jueves, 5 de mayo de 2011

Un poco acerca de... LOS CARACTERES CHINOS


Omar Orihuela
Publicado en el número 2, mayo-junio de 2006

El chino es uno de los idiomas escritos más antiguos, está compuesto por caracteres que generalmente son sílabas con su respectivo significado. El número total de caracteres es un tanto incierto, depende de la fuente que se consulte, pero  en general se puede hablar de hasta 50 mil caracteres, de los cuales solamente 5 mil u 8 mil se usan actualmente. En el uso diario sólo se utilizan alrededor de 3 mil o incluso menos.

Las primeras evidencias de la escritura china, se encuentran en huesos de animales. Es sabido que estos huesos eran oráculos. Los chamanes, sacerdotes o personas santas, escribían en dichos objetos para después ser arrojados al fuego. Las grietas producidas por las llamas en los huesos, así como lo que se había escrito, era interpretado para explicar la vida y el entorno de los antiguos. Desde el principio, la escritura china no sólo era una forma de comunicación, sino una manera de revelar los significados del mundo espiritual.

La escritura china ha evolucionado de los ideogramas (dibujos estilizados que representan objetos o ideas) escritos en los huesos de animales a símbolos de ideas, y ha alcanzado mayor complejidad: ya no dibujos, sino signos que representan ideas. El emperador Qin Shi Huang  (221-206 aC), es el primero que busca sistematizar la escritura china, y es en este periodo, que surge un grupo de personas especializadas, encargadas de elaborar y organizar el sistema de escritura que ha ido evolucionando hasta convertirse en lo que hoy conocemos como la escritura china, compuesta por caracteres. Este grupo de personas, conocidas en idioma chino como “altos oficiales de la corte” o “altos funcionarios” (shidafu, ), fueron llamados por los europeos “mandarines”, un vocablo que se derivó del portugués “mandarim”, que significa ministro o consejero, y que eran muy conocidos sobretodo durante las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1616-1911). Los mandarines, eran expertos pintores, historiadores, administradores y por supuesto, incomparables calígrafos. Para convertirse en un mandarín, era necesario pasar por un riguroso proceso de selección o ser familiar de los integrantes de la corte y demostrar grandes aptitudes, talento y conocimiento.

De aquí que el idioma chino sea conocido también como mandarín, sí bien el término no es erróneo, sí es inexacto y carente de sentido en dicho idioma.
En la tabla 1, se muestra un simple pero ilustrativo ejemplo de la evolución de los caracteres chinos.


En la columna del extremo izquierdo, se observan los caracteres actuales. Si vemos el primer carácter (segundo arriba abajo, primera columna) es el caracter “tigre”, y enseguida (segundo de izquierda a derecha, segunda columna) su ideograma correspondiente a la escritura encontrada en los huesos que se mencionaron al principio.

Siguiendo la primera columna, en orden descendente, se observan también los caracteres para “elefante”, “venado” y “ave”.



La tabla 2, es más sencilla y sólo ilustra la lógica de los caracteres: De ideogramas al principio, evolucionan a símbolos. Los caracteres de la extrema izquierda son los caracteres actuales. En orden descendente: persona, niño, alto y catástrofe.

Es ilustrativa la palabra catástrofe, en el carácter moderno se pueden observar los componentes de “habitación” o “casa”  y “fuego”. Esto sugiere una casa incendiada, o fuego en el hogar, es en realidad una tragedia, una catástrofe, ¿no les parece?

Es clara la dificultad para entender, aprender y memorizar los caracteres del idioma chino. Pero, a través de la práctica y la asociación de trazos con ideas, los caracteres pueden llegar a aprenderse por nosotros que utilizamos alfabetos. Así que no se desanimen. Recordemos que adentrarse en un idioma no sólo es cuestión de palabras o frases, es el encuentro total con otro mundo que enriquece el nuestro.

carecteres01.jpg y 02

Constancia y perseverancia igual a superación, Hiyama Masahiko y el shodô en México

Entrevistado por Fabián Robles
Lunes 25 de septiembre de 2006
Biblioteca Daniel Cossío Villegas de
El Colegio de México

Minutos antes de comenzar la que sería una amena e ilustrativa charla con Hiyama Mashiko (檜山仁彦), quien se ha hecho famoso en la comunidad japonesa de nuestra ciudad por su intachable esfuerzo en la difusión de la caligrafía shodô (書道) llegué a El Colegio de México donde se llevó a cabo una semana cultural sobre Japón entre el 18 y el 25 de septiembre. Frente a la biblioteca se podían ver congregadas a unas 20 personas practicando letras chinas en torno de un risueño personaje y de sus colaboradores, que pincel en mano guiaban a los asistentes sobre la escritura y contaban la historia y significado de cada ideograma

Fabián: Desde la ocasión en que estuvimos en el 
              Politécnico...
Hiyama: ¿Estuviste?
F: Sí. Vi que estaban muy ocupados con el taller de shodô. Nosotros somos de asociación llamada ACIA y nuestros alumnos siempre nos preguntan con mucho interés
–¿dónde puedo aprender caligrafía?–. Y, bueno, ya que en México contamos con una escuela de ese nivel con un maestro de tal grado, queremos presentar esta opción a nuestros alumnos.
H: Aprender shodô desde México es muy difícil. Esto porque hay muy pocos maestros. Por tal razón, desde hace mucho tiempo yo me he visto en dificultades para estudiar shodô en México.
F: ¿Cuántos años lleva estudiándolo?
H: Este es más o menos mi séptimo año.
   En Japón hay muchas escuelas, y hay que mantenerse en comunicación por correspondencia, por correo, con ellas. Nosotros hacemos muchos ejercicios, los enviamos y nos los regresan corregidos. Ese es el sistema con el que he aprendido.
   Yo mismo hago mis prácticas aquí en México y envío mis trabajos a Japón y allá me las corrigen. Entonces me las califican y luego me las mandan de vuelta. De tal modo que puedo saber dónde estoy mal ya que me corrigen con letras rojas. Así, hago el esfuerzo para corregirme y de esta forma con mi propio esfuerzo he ido gradualmente subiendo de nivel. Al mismo tiempo, he ido adquiriendo confianza en mi desempeño y eso me da mucha alegría. Por eso siempre pienso: hay que hacer más y hay que hacer más. Creo que es un buen sistema.
F: ¿De qué escuela se trata?
H: Se llama Shuken (習研), Shuji Kenkyûsha (Asociación para la Investigación y el aprendizaje de las letras, 習字研究社). Es un lugar para enseñar el "camino (arte) de la caligrafía" o shodô. Su sede matriz está en Fukuoka, en la región japonesa de Kyûshû. Ahí es donde se concentran todos los trabajos que envío; ya que hay muchos expertos y ellos son quienes me hacen las correcciones y así me califican. Y me dicen –usted necesita esto o esto–, me califican y me envían de vuelta los trabajos. Al siguiente mes vuelvo a enviar y cada fin de mes mando trabajos. Llevo ya siete años haciéndolo de ese modo.
F: ¿Qué tipo de niveles hay en el shodô?
H: En Judô o Karate hay el sistema de grados o dan () y de categorías o kyû (). Nosotros lo manejamos igual, y empezamos en la octava categoría o (hachi kyû) y vamos avanzando a la séptima categoría, a la quinta, hasta llegar a la primera categoría (ikkyû), de la cual sigue el grado básico (shodan 初段), pero antes se pasa por un pregrado (junshodan 準初段). Luego del shodan sigue el pregrado segundo (jun nidan), y luego el grado dos (nidan), luego el pretercero (junsandan), luego el tercero (sandan), el precuarto, el cuarto, el prequinto y el quinto. Los pregrados están en medio de cada grado nuevo. Al llegar al quinto grado, el nivel ya es muy alto y las personas que quieren especializarse mucho pueden continuar a sexto grado (rokudan), séptimo grado (shichidan) y el octavo grado (hachidan) que es el último.

   F: ¿Cuántos años le ha llevado?
   H: Para el quinto grado tardé más o menos dos años cuatro meses. En el sexto grado debe esforzarse constantemente; ya que si el alumno no reprueba ninguna evaluación mensual se tardará un año. Así está reglamentado. Cada mes hay tareas y al entregarlas debe recibirse mensualmente la aprobación de las doce entregas, de esta manera se recibe el sexto grado. El séptimo grado dura un año y medio, se hacen 18 entregas mensuales y al aprobarlas todas se obtiene el octavo grado. Y el último grado, el octavo dura dos años, 18 meses. En mi caso, para pasar del sexto al octavo me tardé cuatro años y medio. Así es que tengo ya 7 años en esta práctica.
F: ¡Admirable!, seguramente ha practicado todos los días.
H: Todos los días, cuando tengo un tiempo hago mi mejor esfuerzo y practico.
F: ¿Usted está enseñando desde hace 7 años?
H: No, enseño desde que obtuve el octavo grado.
F: ¿Cuántos años ha enseñado?
H: Desde el año pasado o antepasado, casi dos años. Pero desde que abrí el taller (kyôshitsu) han pasado 5 años. Una vez cada dos meses viene de Japón la maestra de la que aprendí a enseñarnos. Con la guía de esta profesora todos hemos podido aprender. Pero desde hace dos años estoy enseñando yo.
F: ¿Quién es su maestra?
H: Taniguchi Nobuko (谷口信子).
Ella es la maestra que desde el principio, hace 7 años, se ha hecho cargo por correspondencia de mi formación, ella me enseñó. Y desde hace 5 años viene a México una vez cada dos meses a enseñarnos, viene cinco veces al año. Ella pone todo su entusiasmo en enseñarnos y ha logrado que todos seamos unos amantes del estudio del shodô. Y el resultado es toda esta obra que esta exhibida aquí.
F: Es una verdadera pasión.
H: Sí, pasión (ríe).
F: Seguramente cuesta mucho dinero y tiempo. Se ve que se requiere de esfuerzo en todo momento.
H: Pues sí, cuando tengo un descanso practico con todo mi entusiasmo. Esto se lleva años y años de escribir y escribir.
   Por otro lado, tenemos cuatro estilos:
   Kaisho
楷書,
   Gyôsho
行書,
   Sôsho
草書,
   Reisho
隷書,
   Al aprenderlos se sigue el mismo orden. En realidad el Reisho fue el primer estilo que se creó en China. Después apareció el Sôsho, luego el Kaisho y finalmente el Gyôsho. (muestra ejemplos de los estilos en la exposición).




F: ¿Estos son todos los estilos del shodô?
H: Bueno, el más temprano de los estilos es el Tensho (篆書), luego vino el Reisho, el Sôsho, el Kaisho y el Gyôsho.
F: Es muy interesante, me parece. La gente que aprende japonés, aprende también las letras, pero no todos los profesores saben tanto sobre la escritura de los kanjis.
H: No siempre pueden pasar muchos años aprendiendo y escribiendo repetidamente. En shodô se escribe todo de un solo golpe y por ello se requiere de toda la concentración y esfuerzo para lograrlo. Hay muchos intentos fallidos. Es un arte y exige lograr toda la concentración.
F: ¿Cuántas personas hay en esta escuela de shodô?
H: Alrededor de 65, ha crecido mucho.
F: ¿De qué países son?
H: Tenemos chinos, coreanos, norteamericanos, alemanes, españoles, por supuesto más de 30 mexicanos y además australianos y también japoneses. Somos internacionales (ríe).
   Todos son realmente buenos, estudian con mucha pasión. Cada quién es diferente en su letra. Aunque sea el mismo tema. Por ejemplo (señala algunos trabajos), el tema es el mismo, pero cada quién tiene diferencias en su escritura.
F: Aprender shodô de una manera tan seria en un lugar tan lejano de Japón tiene un valor muy especial.
H: Así lo creo. Y el carácter de cada una de estas personas se puede ver en su caligrafía. La gente seria, tiene letra seria. Y aunque sea la misma persona la letra también se parece al estado de ánimo.
F: ¿Hay alguna persona en la escuela que haya tenido algún logro extraordinario?
H: Ahora hay dos o tres personas que por supuesto van jalando a los demás. Y van dándoles fuerza para que no se den por vencidos. Siempre están motivando a sus compañeros. Todos están luchando con mucha fuerza.
F: De entre los alumnos, ¿quién tiene el mayor grado?
H: La persona más avanzada ya obtuvo el sexto grado (roku dan). Después vienen los que ya tienen quinto grado, hay 8 personas, ya tienen cinco años practicando, los que ya se graduaron de los cursos normales y que han decidido seguir al sexto grado.

F: ¿Para aprender shodô es necesario tener algún nivel de conocimientos de japonés?
H: Pues hay muchas personas que no saben nada de japonés. Pero lo importante es conocer el significado de cada letra de las que se están escribiendo. Por ello, deben saber que significa cada una. Antes de escribir se les enseña cada carácter del tema que se practicará. Esta es la letra de tal o la letra de tal y se les enseña su historia. Y así es como se estudia.
F: Entonces, ¿aprenden el origen (etimología) de cada kanji?
H: Por supuesto. También hay poemas y les enseñamos lo que significan. Una vez que lo entendieron, entonces lo escriben.
F: Bueno, y algo que yo he notado es que el estilo chino y el estilo japonés de escribir algunos caracteres es algo distinto.
H: Así es. Antiguamente eran iguales pero como había muchos caracteres complicados era muy difícil. Así que los japoneses y los chinos hicieron de manera independientes algunas reformas para facilitarlos.
F: Por ejemplo, el kanji de “nuevo” en japonés no termina en gancho en la parte de abajo, en tanto que en chino sí.
H: Son diferentes.
F: El carácter de “cielo” en japonés tiene la línea de arriba más larga, pero en chino es más corta.
H: Sí, así es. Por eso nosotros aprendimos desde hace muchos años los kanjis de los chinos. Y desde hace mucho hemos sido usuarios de los kanjis. Por eso al escribir ha sido posible la comunicación entre nosotros [los japoneses], los chinos y coreanos. Al hablar es muy difícil, pero al escribir nos entendemos.
F: Es muy interesante. El tema de los kanjis es muy profundo, creo. Además, a lo largo de la historia los kanjis han tenido muchas variaciones.
H: Así es.
F: Durante el siglo XX hubo una reforma en la manera de escribir los kanjis en Japón y luego, con la Revolución Cultural China se dio otra simplificación.
H: Con esas reformas, muchas las letras cambiaron para simplificarse. Antiguamente los kanjis se utilizaban tal cual se recibieron de los chinos. Por eso eran iguales, últimamente es que han cambiado.
F: Creo que los japoneses tienen un buen sistema para enseñar a escribir caracteres.
H: Creo que sí.
F: Finalmente. ¿Qué les diría respecto a los caracteres a las personas que están aprendiendo japonés?
H: Les diría dos palabras: paciencia y continuidad. Sigan y sigan, no se queden a la mitad del camino. Si a medio camino se detienen, no tendrá sentido. Hay que esforzarse constantemente. Aunque se vayan despacio, sigan y sigan. Eso es lo importante. Y dar todo de sí, en especial cuando les den ganas de dejarlo hay que esmerarse. Es necesaria la paciencia.
H: Por ello es necesaria e importante la paciencia y la continuidad. Hay quienes se detienen a medio camino pero; hay también quienes aunque no sean muy buenos, siempre son constantes y su destino es diferente.
F: Siempre es necesario el esfuerzo.
H: Eso es lo importante para llegar a escribir de una manera maravillosa.
F: Muchas gracias.
H: Muchas gracias.







Las fotografías fueron tomadas durante la  exposición que se realizó en la biblioteca de El Colegio de México del 18 al 25 de septiembre de 2006. (Agradecemos las facilidades prestadas para la realización de este trabajo).

Para tener contacto con la escuela Shuken de caligrafía comunícate con Claudia Kato al 5062-7050 ext. 570 o al 04455-3655-2907, o bien dirígete a Avena 629 Col Granjas México.

martes, 3 de mayo de 2011

ATENCIÓN: ESTE SITIO HA COBRADO VIDA

Para todos los que periódicamente han visitado el blog del BOLETÍN ACIA, y para aquellos que llegaron por casualidad y ahora leen estas líneas, les avisamos que ESTE BLOG NO ESTÁ MUERTO. 

Desde sus inicios, el Boletín ACIA ha pasado por diferentes etapas; muchos colaboradores han llegado y se han ido, hemos tenido diferentes formatos y diferencias de opinión. En este tiempo por supuesto han existido también muchas ideas y entusiasmo por parte de los colaboradores. El objetivo siempre ha sido, que este espacio sea la voz de la ACIA; no sólo como institución, sino como un grupo de personas con un interés en común en las lenguas y culturas de Asia.

Después de la aparición del número 23, el comité editorial tuvo que hacer un alto en el camino, y como más vale tarde que nunca, con gusto anunciamos la reanudación de nuestras actividades de difusión cultural en este sitio electrónico. 

Esta nueva etapa incluye nuevos retos. La versión impresa dejará su lugar a un formato electrónico más dinámico en el que las redes sociales podrán tenerlos al tanto de las últimas novedades. Por eso, los invitamos a unirse a nosotros tanto en el Facebook oficial de ACIA  como en Twitter (@Acia_Asociacion) y en el canal de ACIA en YouTube y los invitamos también a comentar todos aquellos contenidos que les muevan a expresar su opinión. Con esto esperamos que este sea un espacio interactivo y de retroalimentación.

Entonces, para comenzar, en esta ocasión hemos hecho una selección de algunos artículos de interés que hemos rescatado de los primeros números. Y continuaremos alternando materiales nuevos y digitalizando los que ya compartimos en papel. Pedimos a los lectores que nos benefician con su preferencia estén pendientes a las publicaciones en los siguientes días.


El staff del Boletín ACIA
Mayo de 2011